Publicado por Ingrid Suárez

26/09/2020

El proceso de enseñanza-aprendizaje en la nueva normalidad se ha convertido en el tema de discusión y de conversación en los diferente escenarios de comunicación del país. El virus Cov19 nos ha transformado la forma de ver la vida, ahora debemos estar distanciados de los abrazos, de la afectividad, de la familia, y en el contexto educativo lo que un día fue clase presencial hoy es tan solo un recuerdo, todavía no está claro cuándo volveremos al aula de clases, situación que genera incertidumbre y estrés en nuestra comunidad educativa y en sentido general.

Hoy las piezas claves de esta maquinaria a la que le llamamos "Educación  a distancia" es el Maestro y las Familias, estos enfrentan el mayor desafío de todos trabajar en equipo para lograr el aprendizajes para la vida usando recursos para la enseñanza a distancia, nada fácil si recordamos que a todos nos cuesta adaptarnos al cambio, que todo lo que experimentamos es nuevo y las familias que no tienen tiempo, que tienen problemas económicos deben trabajar largas horas del día, ni conocimientos básicos de manejo de software educativos, a una laptop, PC o acceso a una conectividad estable, apagones, necesitarán toda nuestra solidaridad. 

Enfrentar la tarea de integrarse al acompañamiento en la formación a distancia, es otro importante reto.

Con todo los retos que están puestos en el camino, podemos estar seguros que en nuestro profesorado se encuentra una fuerza interior insospechada que emerge cuando menos lo esperas, que contamos con héroes y heroínas que cada día lo dan lo mejor en su trabajo, que se esfuerza mucho y que ponen a disposición sus recursos económicos y el sacrificio de apartarse de sus familias cuando hay que trabajar fuera del horario. 

Nuestro personal docente y las familias no puede solos necesitan que todos demos una mano, podamos colaborar con disposición y una actitud positiva, al final en todo este proceso aprender a adaptarnos, prepararse y autoformarse es la clave.